El líder de Hamas consideró el cese del fuego en Gaza una victoria

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Ismail Haniya sostiene un arma durante un mitin en la ciudad de Gaza, tras el acuerdo considerado por Israel y el movimiento islamista como "victoria" en la guerra que se prolongó por 50 días.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el líder político del movimiento islamista Hamás en Gaza, Ismail Haniye, coincidieron este miércoles a la hora de apuntarse la supuesta victoria política y militar en Gaza, donde en 50 días murieron más de 2.100 personas de ambos lados.

En su primera comparecencia pública tras la firma el martes de un alto el fuego permanente con las milicias palestinas, el jefe del Ejecutivo israelí, cuya popularidad se ha visto muy socavada, explicó que la campaña ha sido un "éxito político y militar" porque "ha significado un duro varapalo para Hamás".

"Desde el principio establecimos un claro objetivo y ese fue infligirle el mayor daño posible a Hamás y al resto de grupos terroristas y llevar la calma a la población de Israel", señaló Netanyahu, quien ha cosechado una aluvión de críticas de expertos y compañeros de coalición en el Gobierno.

Es demasiado pronto para saber si Israel ha conseguido su objetivo de un periodo largo de seguridad, pero "el golpe que Hamás ha sufrido y nuestra capacidad para prevenir su resurgimiento en el futuro ha incrementado la posibilidades de lograr esta meta", insistió.

En su opinión, Hamás no solo no ha logrado sus metas -el fin del bloqueo, que Israel ha comenzado a aliviar- sino que ha sufrido porque ha perdido cerca de un millar de combatientes, decenas de ellos de alto rango, y ha visto reducido su arsenal de cohetes y sus centros operativos.

Además, ha padecido una derrota política de la que el gran beneficiado ha sido el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, sentenció.

"Estaremos muy contentos de ver a las fuerzas de Abu Mazen (apodo de Abás) entrar en la Franja. Ha elegido en qué lado ponerse y esperamos que continúe con su apoyo al acuerdo de paz con Israel", afirmó acerca de un hombre del que hace solo unos meses dijo que no era un socio para la paz.

Netanyahu aseguró que la guerra también ha sido una vitoria para la diplomacia, ya que, a su parecer, Israel se ha ganado "el apoyo y la legitimidad de la comunidad internacional", mientras que Hamás ha quedado aislado, incluso en el entorno árabe.

"Ha habido un cambio regional en favor de los actores moderados que ha creado un nuevo horizonte para Israel. Hay unas nuevas opciones diplomáticas y definitivamente intentaremos avanzar a través de ellas de una manera mesurada, como hemos hecho hasta ahora", subrayó.

Netanyahu, que compareció junto a su titular de Defensa, Moshe Yaalon, y el jefe del Ejército, general Beny Gantz, arremetió contra las críticas que han llegado incluso desde el seno del consejo de ministros.

Hoy mismo, el jefe de la diplomacia israelí, el ultraderechista Avigdor Lieberman, volvió a criticar el alto el fuego y el hecho de que el primer ministro lo aprobara sin presentarlo antes al gabinete de seguridad.

"Yo dirijo este país y lo encabezo con responsabilidad junto a mis colegas y tengo en cuenta consideraciones globales. No nos preocupa el populismo en Facebook", sino la seguridad de Israel", resaltó Netanyahu, cuya popularidad ha caído hasta el 38 % frente al 85 % del inicio de la ofensiva en julio, según los últimos sondeos.

A este respecto, el primer ministro refutó las palabras de quienes consideran un fracaso la incursión terrestre, en la que murieron 64 soldados israelíes y los cuerpos de dos ellos quedaron en poder de las milicias palestinas.

"Las tropas de tierra se retiraron después de destruir los túneles para salvar vida y prevenir que Hamás pudiera capturar o matar (más) soldados", argumentó.

Con la misma retórica y ante miles de seguidores en la Franja, Haniye consideró "una victoria de la resistencia islámica" el alto el fuego y aseguró que, "tras esta victoria, la resistencia armada se prepara ahora para la liberación de Jerusalén".

"Las palabras de las brigadas Azedin al Kasam (brazo armado de Hamás) y las de la resistencia armada palestina en general son más altas y mas fuertes que la ocupación. Esta batalla empezó con el lanzamiento de cohetes contra Haifa y concluyó con lanzamiento de cohetes contra Haifa", subrayó.

Haniye, que durante los casi dos meses de conflicto permaneció oculto, insistió en que más allá de haber resistido a un poderoso Ejército, la supuesta victoria reside en el grado de admiración logrado.

"Este tipo de batalla nunca había tenido lugar en la historia de la ocupación. La resistencia armada palestina se ha ganado la admiración del mundo y ha logrado sorprender a Israel", agregó ante una masa enfervorecida.

"La resistencia armada se ha desarrollado y ahora es diferente, más grande y más fuerte que la que luchó en las guerras previas contra el ocupante", recalcó Haniye antes de hacer partícipe del triunfo a la población de Gaza.

Según Haniye, "los 1,8 millones de habitantes de Gaza son los héroes al haber hecho frente a la ocupación. Vuestra persistencia es la razón principal de la victoria de la resistencia. Durante la misma, las brigadas han humillado a los soldados".

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