El Papa bendijo a la comunidad judía argentina por el año nuevo

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Francisco expresó su deseo de construir juntos una "realidad en la que justicia, bondad, misericordia y amor pueden manifestarse en todo su esplendor", al enviar su saludo por el Rosh Hashaná.

El Papa remitió el mensaje de salutación por el año nuevo judío a través del rabino argentino Abraham Skorka, su amigo personal y con quien, junto al referente islámico Omar Abboud, se abrazó en mayo ante el Muro de los Lamentos, en el marco del viaje histórico a Tierra Santa.

"Que el Señor acoja vuestras súplicas incentivando los corazones de todos para que mancomunadamente podamos construir una realidad en la que la justicia, bondad, misericordia y amor puedan manifestarse en todo su esplendor en el seno de lo humano", subrayó.

"Tal como ya es costumbre, desde hace muchos años, te envío mis saludos y bendiciones en ocasión del inicio del nuevo año hebreo", agregó.

Francisco recordó las dos ocasiones en las que compartió con la comunidad judía "significativos momentos de oración en los rezos preparatorios para el día en el que el Señor juzga a todas y cada una de las criaturas, tal como enseña la tradición judía que acaece en el inicio de cada año".

"Vuelvo a elevar mis plegarias al Señor para que los bendiga a usted, a su familia, a Bnei Tikva y a toda la comunidad judía en Argentina, con salud, paz y buenaventura", sostuvo.

El Papa le pidió a la comunidad judía que "en vuestras plegarias ustedes rezan por todos los pueblos y la paz en la tierra" y, como es costumbre, que no se olviden de rezar por él.

Este miércoles, al recibir a líderes judíos del mundo en la casa Santa Marta del Vaticano, el Papa les deseo en hebreo un "Shana tová umetuká" (Feliz y dulce Año Nuevo).

"Llevamos al Papa una torta de miel (honey léicaj), tal como manda la tradición judía: debemos comer algo dulce para desear un feliz y dulce año", expresó el director del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), Claudio Epelman, responsable del diálogo con la Santa Sede.

En la audiencia privada participaron por la Argentina, además de Epelman, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, y el secretario general del CJL, Saúl Gilvich.

En ese marco, Francisco transmitió su preocupación por los extremismos religiosos e intercambió opiniones sobre la situación en Medio Oriente, más precisamente en Irak y Siria.

"Los cristianos están sufriendo una política de expulsión en la región. Están siendo perseguidos, no queridos, discriminados. En algún momento les tocó a ustedes, ahora a nosotros", dijo el pontífice a los líderes judíos.

Asimismo, expresó su deseo de que la crisis entre Palestina e Israel se resuelva.

Al finalizar el encuentro, el Papa les obsequió a los visitantes una moneda conmemorativa acuñada por el Vaticano con motivo del viaje histórico a Tierra Santa.

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